El mundo del vino es amplio y complejo, lleno de matices que dependen de la variedad de uva, el clima, el suelo y el proceso de vinificación. Entre los términos más comunes que encontramos al comprar o degustar un vino están “varietal” y “monovarietal”. Pero, ¿qué significan realmente? ¿Cuáles son sus diferencias y cómo afectan al sabor y la experiencia del vino? En este artículo, exploraremos estos conceptos clave para entender mejor nuestra elección en la copa.
¿Qué es un vino monovarietal?
Un vino monovarietal es aquel elaborado mayoritariamente con una única variedad de uva. Dependiendo de la legislación de cada región vinícola, este porcentaje puede variar, pero generalmente supera el 85% de la misma uva.
Ejemplos comunes de vinos monovarietales:
• Tempranillo (España): Potente, con notas frutales y especiadas.
• Malbec (Argentina): Intenso, con toques de ciruela y violeta.
• Chardonnay (Francia, EE.UU.): Fresco y afrutado o cremoso y mantequilloso, según su crianza.
Este tipo de vinos resalta las características propias de la variedad utilizada, permitiendo identificar con claridad sus aromas, sabores y estructura.
¿Qué es un vino varietal?
El término “varietal” se usa a menudo de manera incorrecta como sinónimo de monovarietal. Sin embargo, en un sentido estricto, un vino varietal es aquel en el que predomina una variedad de uva, pero puede incluir un porcentaje menor de otras variedades para equilibrar o mejorar ciertas características.
Por ejemplo, un vino etiquetado como Cabernet Sauvignon varietal podría contener un pequeño porcentaje de Merlot o Syrah para aportar suavidad o complejidad sin dejar de destacar la identidad del Cabernet.
Diferencias principales entre vinos monovarietales y varietales
1. Composición:
• Monovarietal: Elaborado con una sola variedad de uva (en su mayoría).
• Varietal: Predomina una variedad, pero puede incluir otras en menor porcentaje.
2. Perfil de sabor:
• Monovarietal: Expresa de forma pura las características de la uva utilizada.
• Varietal: Puede ser más equilibrado o complejo debido a la combinación de uvas.
3. Objetivo:
• Monovarietal: Ideal para quienes buscan conocer y apreciar una variedad específica.
• Varietal: Diseñado para lograr un equilibrio que resalte ciertas cualidades.
¿Cuál elegir?
La elección entre un vino monovarietal o varietal dependerá de las preferencias personales y de la ocasión:
• Si buscas una experiencia pura y representativa de una uva, opta por un monovarietal.
• Si prefieres un vino con mayor equilibrio o complejidad, un varietal puede ser la mejor opción.
Conclusión
El mundo del vino ofrece una diversidad que permite explorar diferentes perfiles y estilos. Tanto los vinos monovarietales como los varietales tienen su encanto y desempeñan un papel importante en la industria vinícola. Conocer sus diferencias nos ayuda a elegir mejor según nuestros gustos y la ocasión. La próxima vez que escojas un vino, revisa su etiqueta y anímate a descubrir las sutilezas que esconde cada copa.